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Trump anuncia aranceles del 100% a películas producidas en el extranjero

  • Redacción/Más Mexicanos Que Nunca
  • 5 may
  • 3 Min. de lectura

Trump aseguró que actores como Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone impulsarán su visión supremacista en Hollywood.
Trump aseguró que actores como Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone impulsarán su visión supremacista en Hollywood.

En una nueva escalada de su agenda proteccionista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo la imposición de aranceles del 100 por ciento a todas las películas producidas fuera del país que ingresen al mercado estadounidense. La medida, comunicada a través de su red Truth Social, busca “revitalizar” una industria cinematográfica que, según el mandatario, “está siendo devastada” por la competencia internacional.


Trump afirmó que la industria cinematográfica nacional atraviesa una “rápida decadencia”, y enmarcó su decisión como una cuestión de “seguridad nacional” frente a lo que calificó como “propaganda” extranjera. El presidente ha autorizado al Departamento de Comercio y a la Oficina del Representante Comercial para iniciar de inmediato el procedimiento de imposición de los nuevos gravámenes.


Trump anuncia aranceles a las películas extranjeras


El anuncio fue acompañado de una campaña de promoción de talento nacional en Hollywood. Trump nombró a los actores Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone como representantes especiales para actuar como enlaces entre su administración y la industria cinematográfica. Según sus propias palabras, estos artistas “serán mis ojos y mis oídos”, en un intento por recuperar la “época dorada” de Hollywood, parte esencial de su visión de “hacer América grande otra vez”.


Ahondando en ello, el mandatario sostiene que otros países están utilizando incentivos económicos para atraer la producción cinematográfica, perjudicando a Hollywood y a otras zonas de Estados Unidos dedicadas al entretenimiento. A su juicio, se trata de un “esfuerzo conjunto de otras naciones” que amenaza no solo la economía, sino también los intereses estratégicos y culturales de Estados Unidos.


Con esta medida, Trump busca frenar el avance de cinematografías extranjeras emergentes y estimular la producción local a través del proteccionismo. El impuesto del 100 por ciento elevaría drásticamente el coste de distribución de películas extranjeras en Estados Unidos, lo que podría afectar el flujo de cine internacional hacia uno de los mercados más grandes del mundo.


Trump reconoce caída de Hollywood


La narrativa presidencial subraya la supuesta “decadencia” de Hollywood, sin embargo, contrasta con la realidad del mercado internacional. A pesar de los desafíos globales, Hollywood mantiene su hegemonía cultural y económica en el mundo. Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha utilizado el cine como una herramienta de “poder blando” para difundir valores como el individualismo, el consumismo y el éxito personal, moldeando imaginarios colectivos en diversas latitudes.


Así, la supremacía de Hollywood ha servido históricamente a los intereses estratégicos de Washington, reforzando su influencia política y económica global. La exportación de cine estadounidense ha sido una forma de imperialismo cultural que ha permitido a Estados Unidos proyectar su modelo social y económico a escala planetaria.


No obstante, en los últimos años, industrias cinematográficas como las de Corea del Sur, India y China han comenzado a desafiar el dominio estadounidense, conquistando audiencias internacionales y ganando prestigio en certámenes como los premios Oscar. El triunfo de Parásitos en 2020 o el crecimiento de Bollywood y del cine chino son muestras del cambio en el tablero cultural internacional.


Aun así, la industria cinematográfica estadounidense sigue liderando en recaudación y presencia global, gracias también al respaldo institucional que históricamente ha recibido de su propio gobierno. Las nuevas políticas arancelarias de Trump parecen dirigirse más a reafirmar esa hegemonía que a combatir una verdadera amenaza externa. En un mundo cada vez más multipolar, el cine sigue siendo un campo de batalla simbólico para la supremacía cultural.


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