El PAN se “relanza” después de años de perder elecciones. Ahora se acaricia con MC
- paulette solano
- 20 oct
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En medio de la peor crisis como partido político desde que ganó la Presidencia de la República en el año 2000, con los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón que abandonaron la militancia, con sólo cuatro gobiernos estatales, con raquítica votación y con un dirigente nacional vinculado a la delincuencia, Jorge Romero Herrera, el Partido Acción Nacional (PAN) inicia su “relanzamiento” con su latente “divorcio” del PRI y con Movimiento Ciudadano como su nuevo aliado.
El “divorcio” del PRI de Alejandro Moreno Cárdenas fue planteado en el informe de la comisión de análisis del PAN, elaborado por Julio Castillo López tras la “derrota cultural” ante la izquierda en las elecciones federales de 2024, como parte de nueva narrativa y la reestructuración de su vida interna.
“Otro aspecto narrativo crucial es divorciarnos de la imagen cercana al PRI. Con esto no quiero decir que no haya alianzas (eso no me corresponde definirlo), lo que quiero decir es que el PAN se debe definir por lo que es”, escribió Castillo López en el informe de la comisión que analizó las causas de la derrota de 2024 y que planteó explorar otras alianzas.
Romero Herrera ha declarado reiteradamente que el PAN analiza aliarse con Movimiento Ciudadano, pero la condición que pone el presidente de este partido político, Jorge Álvarez Máynez, es que la ruptura con el PRI sea total.
El problema es que, hacia las elecciones de 2027, hay estados donde la alianza PRI-PAN es prometedora. En Nuevo León, por ejemplo, el Alcalde de Monterrey, el priista Adrián de la Garza, es el más fuerte candidato a ganar la gubernatura que actualmente encabeza Samuel García, del partido Movimiento Ciudadano, al que se opone radicalmente el PAN desde que le ganó en 2021. En cambio, al PAN le conviene separarse del PRI en Campeche, donde fue gobernador Moreno Cárdenas, y aliarse con MC, que es la segunda fuerza política estatal con capacidad para vencer a Morena.
En Jalisco, el PAN no quiere aliarse con MC, después de que éste ganó la segunda gubernatura y lo desfondó, en 2018 y 2024, pero al partido fundado por Dante Delgado sí la quiere para lograr tener mayoría en el Congreso local.
Esta mañana, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo que el panismo busca una alianza con Movimiento Ciudadano con la intención de lavarse la cara. “Ahora están buscando la alianza entre el PAN y Movimiento Ciudadano, el MC-PAN, decir el PRI ya murió, ahora vamos por otro lado para una alternativa. ¿Quién es el PAN? ¿Quién dirige el PAN? Los corruptos del Cártel Inmobiliario“
La última vez que el partido Movimiento Ciudadano fue en alianza con el PAN tuvo uno de sus peores resultados. En esa elección, de acuerdo con las cifras del cómputo final publicadas en el Diario Oficial de la Federación, apenas si obtuvo un millón 10 mil 734 votos, cuando seis años antes alcanzó con Andrés Manuel López Obrador su mejor votación en una elección presidencial con 2 millones 128 mil 671 sufragios, de acuerdo con las cifras del cómputo final de ese proceso.
Este sábado el panismo tiene prevista su “marcha del relanzamiento”, la cual partirá del Monumento a la Revolución”. La convocatoria tiene lugar en uno de los peores momentos de esta fuerza política a la cual han abandonado los dos expresidentes que ha tenido: Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, que ya no militan en sus filas.
En 2024, de hecho el PAN tuvo una caída en su votación, perdiendo 2.3 millones de votos en comparación con 2018. El mismo desplome se dio en el número de entidades gobernadas. En 2018, el PAN tenía los gobiernos de 11 estados: Baja California, Baja California Sur, Puebla, Chihuahua, Durango, Nayarit, Aguascalientes, Tamaulipas, Guanajuato, Querétaro y Yucatán. Después de la elección del 2 de junio mantiene el gobierno en cuatro entidades: Chihuahua, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro. No sólo eso, en estas entidades, su excandidata presidencial Xóchitl Gálvez sólo ganó en Aguascalientes, mientras que en Querétaro el panismo perdió la mayoría en el Congreso.
A los malos resultados obtenidos durante la dirigencia de Marko Cortés Mendoza, quien antes de dejar las riendas del partido se aseguró un escaño en el Senado, se suma el desprestigió que carga, incluso dentro del partido, el actual dirigente Jorge Romero Herrera, el líder del panismo en la Ciudad de México acusado de encabezar en la capital el Cártel Inmobiliario.
Será ese Jorge Romero el que encabece el relanzamiento del partido mediante el lema Defendamos México en la concentración que tendrá lugar en el Monumento a la Revolución flanqueado con la plana mayor de su drigencia; desde este Monumento que en meses pasados fue usado por la Marea Rosa los panistas partirán al Frontón México, donde fue la sede de su asamblea constitutiva, en septiembre de 1939, y donde se firmaron los estatutos, la doctrina y los ejes políticos que dieron origen al partido.
Jorge Romero Herreraha sido hábil para escalar políticamente en el PAN hasta convertirse en su presidente nacional. Y su meta, como él mismo ha aleccionado a su grupo político, es ser Presidente de México. Quiere serlo en 2030, pero a sus 46 años de edad tampoco tiene prisa. Líder juvenil del PAN a principios del Gobierno de Vicente Fox, ascendió políticamente cuando se hizo novio de Mariana Gómez del Campo, sobrina política de Felipe Calderón que llegó al Gobierno en 2006 y él a Diputado de la Ciudad de México, desde donde afianzó su grupo en Benito Juárez.
La corrupción ha sido el sello de este abogado conocido más por sus capacidades de hacer grilla que por su talento jurídico. El propio Calderón lo describe como un corrupto más. En su libro Decisiones difíciles, publicado en 2020, escribe: “Jorge Romero, de la Ciudad de México, exdelegado en Benito Juárez, (es) famoso por los casos de corrupción que constantemente empresas extorsionadas revelan. Un amigo suyo y sobrino mío me relató que dejó de trabajar con él cuando el propio Romero le confesó que asociaciones de ambulantes y otros le representaban a su grupo ganancias de 7 millones de pesos al mes. Con ellos, además, habían filtrado el padrón del PAN en toda la ciudad”.
La Presidenta Claudia Sheinbaum lo llama a Romero jefe del Cártel Inmobiliario, cuyos 12 allegados, incluido el exalcalde Christian von Roerich, están presos, sentenciados y fugitivos como parte del esquema de corrupción en la misma Alcaldía donde el PAN tiene su sede nacional y que gobierna desde en 2000. Romero tiene una mina de oro segura con Benito Juárez, pero como presidente del PAN ya llegó a las Ligas Mayores y va por más.
Lo cierto es que dentro del panismo se reconoce el mal momento por el que pasa Acción Nacional. Hace un año las conclusiones preliminares de la Comisión Especial para el Estudio y Propuestas de Cambio, creada por el Consejo Nacional del PAN y a las que tuvo acceso SinEmbargo, exhibieron que dentro del partido se reconoció la crisis interna por la contundente derrota, pero se omitió las responsabilidades de la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, de candidatos como Xóchitl Gálvez y de los grupos que controlan a este partido como el de Jorge Romero Herrera.
El documento de esta comisión describe un sombrío panorama del PAN, cuyo derrumbe electoral admite que “inició y ha sido permanente desde el 2003”. El desorden es una característica presente en todas las estructuras que se analizaron, desde las campañas y hasta las oficinas, en todos los niveles”, se establece en el documento: “Es muy alto el nivel de simulación, de falta de profesionalismo, de falta de perfiles y de falta de viabilidad para lograr cualquier cosa. Todo es complicado, burocrático y lento, prueba de ello es que ha sido un verdadero calvario mandar un correo o convocar a los militantes, organizar una rueda de prensa o simplemente convocar medios de comunicación, y ni hablar de organizar un evento o enfrentar un proceso electoral, la falta de capacidad de responder a situaciones comunes es clara y preocupante”.
La estructura del PAN es también raquítica en el país e impera la indiferencia:
“Los comités municipales, que son alrededor de 1,200 en el país y que en los hechos sólo funcionan bien como el 20%… Hay una crisis con los comités en los municipios y aunque hay algunos que son francamente admirables y llegan a funcionar mejor que los estatales, la mayoría están cerrados y son simplemente un espacio ficticio en donde no se hace partido, no se hace comunidad y rara vez se hace algo”.
Un tema controvertido en el PAN ha sido el padrón controlado por grupos que, de esa manera, aseguran dirigentes y candidaturas —“los padroneros”—, pero para el informe de la comisión de análisis y reflexión de ese no es algo relevante, porque precisamente son los que respaldan a Jorge Romero.“Muchos panistas mayores están convencidos de que la solución a todos los problemas del PAN es ‘eliminar’ a los ‘padroneros' y que todo se defina en procesos democráticos internos con participación de toda la militancia. Otros muchos panistas están convencidos de que todo se resuelve abriendo el padrón y fomentando la afiliación. Cuando se analiza el problema en su profundidad, las posiciones mencionadas son contradictorias y aunque tienen un grado de realidad, también es imposible creer que una solución así sea viable”.
Añade el documento sobre “los padroneros” del PAN: “Por otro lado, si todos los cargos y candidaturas se eligen exclusivamente por votos internos, el mayor incentivo para alguien que quiera ser candidato o dirigente es precisamente afiliar a personas y volverse ‘padronero'.
Esto, aunque es debatible lo que diré, no es algo nuevo. Antes las familias grandes funcionaban como el filtro a quien gana o pierde una interna, de hecho, hay muchos municipios donde sigue siendo así, donde el principal ‘padronero' es una familia que pueden definir el rumbo de una interna. Obviamente, desde el inicio de siglo esto cambió y los ‘padroneros' se convirtieron en grupos internos con la capacidad de atraer nuevos militantes y con ello definir las dirigencias y candidaturas. No nos debe asustar la llegada de nuevos militantes, pero la queja rara vez es porque sean nuevos, es porque no tienen participación alguna y es exclusivamente en las elecciones internas cuando se aparecen a inclinar la balanza. Esto se resuelve con la cartilla del militante que ya está aprobada, ya que condicionaría la participación en votación a la participación en actividades, sin embargo, el problema es mucho más de fondo que eso”.
Los “padroneros” son, en todo caso, parte de los múltiples problemas del PAN, enumera el documento que alude a las reuniones en que se han expresado panistas:
“El tema del padrón y de ‘los padroneros', el tema de las personas que cumplen dobles funciones y no se da abasto (‘multicachuchismo’), el tema de la falta de utilidad de muchos de los comités municipales, de la repetición de perfiles, de áreas que están abandonadas, de incentivos perversos, de la falta de coordinación entre gobiernos y partido, y de la falta de comunidad están presentes en todas las escuchas. En materia de imagen y narrativa es claro que el constante ataque y las definiciones que nos han puesto, desde el gobierno con toda la fuerza de su comunicación, la falta de voceros y las alianzas electorales nos han desdibujado frente a los mexicanos y aunque nuestros valores, como se dijo anteriormente, son compartidos por la mayoría de los ciudadanos, no son reconocidos actualmente como parte de la esencia del PAN”.
Uno de los problemas principales del PAN, según el documento citado, es que hay numerosos militantes que se dedican a boicotear las decisiones del partido: “Tenemos estados en donde el padrón, por traiciones y por divisiones internas, no es de panistas, es de morenistas, priistas o emecistas, pero como no militan oficialmente en sus nuevos partidos no se les puede expulsar”.
Más aún: "Lo mismo pasa con los casos de corrupción de funcionarios emanados del PAN que si no son sentenciados oficialmente no se les puede expulsar. Hay casos muy conocidos que atendió la comisión de anticorrupción del Consejo Nacional y que devinieron en expulsiones, y después se tuvo que restituir a los corruptos porque al no tener sentencia judicial no se puede acusar de corrupción”.




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