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Sheinbaum contiene a un Trump que pega al país con aranceles, amenazas, declaraciones

  • Redacción/Más Mexicanos Que Nunca
  • 23 jul
  • 6 Min. de lectura
El asedio a México
El asedio a México


Son seis meses los que han transcurrido desde el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, los cuales, se han percibido como si fueran ya años debido a que en este segundo periodo ha recrudecido y elevado hostilidad, los amagos comerciales y los ataques constantes hacia diversos países, entre ellos, México. Son constantes, casi diarias o al menos por semana las amenazas arancelarias, en tanto que mantiene sus acusaciones sobre el crimen organizado como argumento para intensificar su presión contra el país. Frente a esta ofensiva, la Presidenta Claudia Sheinbaum, desde el inicio optó por –como ella lo dijo– mantener “la cabeza fría”, destacando una postura firme pero diplomática, centrada en la defensa de la soberanía nacional, la estrategia técnica y el respeto mutuo.


Las presiones arancelarias, las sanciones y acusaciones de Donald Trump no han cesado ni un ápice. En materia comercial, apenas este fin de semana, el Departamento de Transporte de Estados Unidos advirtió que podría rechazar solicitudes de vuelo de aerolíneas mexicanas. El motivo, según argumentó Washington, fue el supuesto incumplimiento del Acuerdo de Transporte Aéreo firmado en 2015 por lo que autoridad estadounidense acusó que México obligó a las empresas de carga estadounidenses a abandonar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde 2022 y trasladarse al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), sin que se hayan concretado las obras prometidas en el AICM para aliviar su congestión.


“México no ha cumplido con el acuerdo bilateral desde 2022, cuando rescindió abruptamente las franjas horarias y luego obligó a los transportistas de carga de Estados Unidos a reubicar las operaciones", afirmó el Secretario de Transportes de Estados Unidos, Sean P. Duffy, en un comunicado, en el cual, dijo que "se reserva el derecho de rechazar las solicitudes de vuelos de México si este no toma medidas correctivas".

Sin embargo, hasta el momento no ha habido una notificación oficial. Al menos así lo informó hoy la Presidenta Sheinbaum, al responder que su Gobierno no ha recibido ninguna notificación formal sobre la supuesta sanción:


“Fue un comunicado de la Secretaría de Transporte del gobierno de Estados Unidos, todavía no hemos sido notificados formalmente”, dijo en su conferencia matutina.

Además, la Jefa del Ejecutivo destacó que la decisión de trasladar los vuelos de carga se tomó por criterios técnicos, no políticos ni comerciales, y mucho menos con la intención de afectar a las aerolíneas estadounidenses. “Hay que ver exactamente a qué se refieren”, agregó, al considerar que la declaración podría derivar en una notificación oficial en los próximos días.


Pero frente a esa nueva ofensiva de Estados Unidos, Sheinbaum enfatizó algo que ha tenido que insistir desde enero de 2025, cuando Trump regresó a la Casa Blanca: México es un país soberano.

Las incesantes acusaciones


Desde su regreso al poder, Donald Trump ha reactivado una retórica antimexicana e incluso ataques al Gobierno mexicano en turno. En sus discursos, acusa que el Gobierno mexicano está “petrificado” frente al crimen organizado, que los cárteles dominan partes del país y que políticos mexicanos, en este caso de la Cuarta Tranformación, estarían coludidos. Por ejemplo, la semana anterior, Trump afirmó desde la Casa Blanca que “los cárteles y políticos mexicanos tienen un tremendo control sobre México” y los responsabilizó por la crisis de opioides que atraviesa Estados Unidos. La declaración generó una avalancha de reacciones en redes sociales, unas en defensa de la soberanía mexicana, críticas en redes sociales, y desmentidos que circularon ampliamente en Twitter, TikTok e Instagram, pero tampoco han faltado las reacciones de la oposición que aprovechan el discurso antimexicano de Donald Trump para atacar al Gobierno de México.


La Presidenta Sheinbaum tuvo que volver a respondió a esa versión: “¿Cómo dijo? Que tenemos miedo, que no sé qué (...) pues no, ¡Claro que no!”, respondió la mandataria el pasado 17 de julio, quien tambiñen destacó que aunque no busca entrar en una pelea o pólemica con el mandatario estadounidense tampoco se van a agachar ante sus acusaciones.



““Nosotros no queremos polemizar públicamente sobre al tú por tú, no nos ayuda. Lo que sí es que decimos lo que pensamos y defendemos la soberanía y no nos agachamos, y exigimos el trato de iguales”, destacó.


Y es que, sin nombrarlo directamente, la mandataria mexicana ha aludido en sus conferencias de prensa que la molestia del gobierno estadounidense con respecto a México podría estar relacionada con los límites que ha puesto México a la operación de agencias de seguridad extranjeras.


Una embestida comercial tras otra


El imponer aranceles y sanciones económicas es la manera en que Estados Unidos se ha estado relacionando con los demás países, particularmente con México. Apenas, el pasado 14 de julio, el Departamento de Comercio de Estados Unidos (EU), liderado por el Secretario Howard Lutnick, anunciaba la imposición de un arancel del 17.09 por ciento a la mayoría de las importaciones de tomate fresco provenientes de México, marcando el fin del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping de 2019.


Suspensión del Tomate Fresco mexicano (jitomate, como se le dice en el centro del país), lo que permitirá la imposición de un arancel a las exportaciones del producto. No obstante, la mandataria dijo que, a pesar de ello, México continuará exportando jitomate a ese país y coincidió en que la medida afectará a los bolsillos de los estadounidenses.


“El mayor impacto va a ser en Estados Unidos porque es muy difícil sustituir el tomate mexicano”, recalcó durante su conferencia de prensa matutina.


Lo señalado pr la mandataria mexicana no está errado y en Estados Unidos lo saben bien, ya que incluso The Wall Street Journal, en su editorial principal del 17 de julio, criticó la medida de Trump, al señalar que se trataba de “proteccionismo puro” para beneficiar a productores de Florida. “Como siempre, la competencia funcionó y sólo el Gobierno pudo frustrarla”, escribió el diario económico.


Unos días antes, el 12 de julio, Trump envió una carta a la Presidenta Sheinbaum para anunciar la imposición de un arancel general del 30 por ciento a las importaciones mexicanas a partir del 1 de agosto. En su mensaje, afirmó que México “no ha hecho lo suficiente” para frenar a los cárteles y el tráfico de fentanilo. A pesar de agradecer la colaboración del Gobierno mexicano, dejó claro que considerará modificar los aranceles solo si se logran avances contra el crimen organizado.


“Si México logra desafiar a los cárteles y detener el flujo de fentanilo, consideraremos ajustar esta carta. Estos aranceles podrían modificarse, al alza o a la baja, según nuestra relación con su país”, escribió Trump en la misiva.


Pero además, previamente, el 9 de julio, el republicano también anunciaba un arancel del 50 por ciento al cobre, con el argumento de que se trata de un mineral estratégico para la seguridad nacional. El gravamen entrará en vigor el 1 de agosto. “El cobre es necesario para semiconductores, aviones, barcos, municiones, centros de datos, baterías de iones de litio, sistemas de radar, sistemas de defensa antimisiles e incluso armas hipersónicas, de las cuales estamos construyendo muchas”, declaró Trump.


Una de las propuestas más agresivas de Trump para México ha sido la imposición de un impuesto del 1 por ciento a las remesas que los migrantes envían desde EU. Aunque finalmente el Senado estadounidense acotó la medida para aplicarla sólo a los envíos en efectivo realizados mediante remesadoras, y excluyó las transferencias electrónicas, obligó al Gobierno mexicano a reforzar su campaña para el uso de la tarjeta Finabien, con la que los paisanos pueden hacer envíos electrónicos con un costo de apenas 2.99 dólares y montos de hasta 10 mil dólares al mes.


Un acuerdo comercial que no progresa


Frente a los múltiples embates comerciales y frecuentes imposiciones de arancaleces, durante la Cumbre del G7 en abril pasado, la Presidenta Sheinbaum propuso a su homólogo estadounidense un acuerdo general para abordar los temas de migración, seguridad y comercio. Sheinbaum se lo propuso luego de una llamada de al menos 20 minutos y, de acuerdo con la mandataria, en aquel momento Trump se mostró dispuesto a negociar. Sin Embargo, esa disposición no se ha visto reflejada en los actos, pues como se ha expuesto, el republicado ha seguido endureciendo postura y retomó las amenazas comerciales.

Pese a ello, la Jefa del Ejecutivo mexicano aún confía en el diálogo, como lo ha expuesto cuando se le ha cuestionado por los aranceles a los tomates, al cobre, al aluminio, y a los aranceles generales.


El 12 de julio, la Jefa del ejecutivo mexicano informó que una delegación del Gobierno mexicano viajó a Washington para instalar una mesa de trabajo con autoridades estadounidenses y buscar un acuerdo que evite la aplicación del arancel del 30 por ciento.


“La carta establece claramente que se busca llegar a un acuerdo para que no haya estos aranceles […] Nosotros creemos que vamos a llegar a mejores condiciones”, dijo Sheinbaum.

Desde Guaymas, Sonora, reiteró su postura: “Siempre he dicho que en estos casos lo que hay que tener es cabeza fría para afrontar cualquier problema, pero además yo me siento muy segura porque hay algo que tenemos en el Gobierno: representamos la dignidad del pueblo de México”.


Y concluyó con un mensaje que ha repetido desde el inicio de su gestión: “Tenemos claro qué podemos trabajar con el Gobierno de Estados Unidos y tenemos claro qué no; y hay algo que no se negocia nunca: la soberanía de nuestro país”.

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